
El avión Solar Impulse aterrizando en Payerne el jueves. 24-5-12
El Solar Impulse, el primer avión de la historia capaz de volar durante 24 horas consecutivas alimentado únicamente por la energía del sol, ha despegado a las 07.20 horas del jueves desde Payerne (suroeste de Suiza) con dirección a Madrid, donde hará una escala de varios días antes de llegar a Rabat, su destino final.
Es el primer vuelo de larga duración de este avión futurista, diseñado por el ingeniero y aventurero suizo Bertrand Piccard y en cuyo desarrollo se han invertido más de 70 millones de euros.El despegue se realizó con unas dos horas de retraso respecto a la hora prevista debido a la intensa neblina, que se disipó con los primeros rayos del sol. El Solar Impulse tiene más de 60 metros de envergadura y un peso de 1.600 kilos. Es un ligero y enorme aeroplano que se mueve por el impulso de cuatro motores alimentados por las 1.200 células fotovoltaicas que monta sobre sus alas.
La intención de Piccard, que ya dio la vuelta al mundo en globo aerostático, es demostrar la eficiencia y capacidad de las energías renovables y hacer ver que no es necesario depender de los combustible fósiles.
Madrid será una escala técnica y tras su aterrizaje, previsto a partir de las 02.00 horas GMT del viernes en el aeropuerto de Barajas, la aeronave permanecerá en tierra para ser sometida a diversas revisiones técnicas, al menos hasta el próximo lunes.
El destino final del avión solar es Marruecos, donde el equipo de Solar Impulse apoyará la inauguración de la puesta en construcción de la planta termosolar más grande del mundo, con una capacidad de 160 megavatios, en la región sureña de Ouarzazate, en las puertas del desierto del Sahara. El vuelo del Solar Impulse puede seguirse vía streaming en la página web de la organización.
El avión solar de Bertrand Piccard aterriza en Barajas sin contratiempos

A la 1.28 de la madrugada,25-5-12 y tras atravesar el espacio aéreo español a 50 kilómetros hora, aterrizó en el aeropuerto de Madrid-Barajas el futurista avión diseñado por el suizo Bertrand Piccard, el Solar Impulse, el primero del mundo capaz de moverse exclusivamente con la energía del sol.En su primer vuelo de larga distancia, entre Suiza y Marruecos, el Solar Impulse ha aterrizado en Madrid, donde permanecerá hasta el próximo lunes, completando con éxito la travesía del territorio francés, de los Pirineos y la mitad norte de España, que llevó a cabo en 17 horas.
Al descender de la cabina en Madrid, el piloto André Borschber aseguró que había sido un vuelo “largo y fatigoso” pero en el que todo había salido según lo previsto y se había demostrado la capacidad de la aeronave para emprender largos viajes.
El Solar Impulse es un prototipo realmente singular. Tiene 64 metros de envergadura, casi tanto como un Airbus 340, pero sólo pesa 1.600 kilos, poco más que un automóvil. Es grande y ligero, construido con fibra de carbono, de vidrio y kevlar y lleva a bordo la tecnología electrónica más avanzada. Tiene una velocidad punta de 70 kilómetros hora, la potencia de una motocicleta y capacidad de transporte para un sólo pasajero, no tiene nada que hacer contra aviones comerciales, salvo en una cuestión, su economía energética.
El aeroplano no gasta ni una gota de combustible, porque es el primero del mundo que se alimenta enteramente con energía solar. Los 200 metros cuadrados de paneles repartidos en 12.000 células fotovoltaicas que tachonan sus alas y las cuatro baterías de litio que carga le proporcionan energía suficiente para volar 24 horas de forma ininterrumpida.
Este futurista prototipo despegó desde Suiza el jueves 24 de mayo en su primer vuelo de largo recorrido rumbo a Madrid. El Solar Impulse ya ha realizado vuelos experimentales antes, el más largo de los cuales, en verano de 2010, duró 26 horas. Ahora se propone demostrar que es capaz de dar la vuelta al mundo. Y antes de lanzarse en 2014 a esa odisea, realiza una prueba de fuego crucial con una travesía desde Europa hasta África, que incluye una obligada parada técnica en Madrid, según explican los responsables de la iniciativa.
El proyecto Solar Impulse es fruto del empeño personal del ingeniero suizo Bertrand Piccard (Lausana, 1958) a quien el espíritu aventurero le viene de lejos. Su abuelo, Auguste, fue el primero en ascender en globo a la estratosfera y su padre, Jacques, el primero en llegar al punto más profundo del océano, la Fosa de las Marianas. El propio Bertrand Piccard ya ostentaba otro récord, pues en 1999 logró dar la vuelta al mundo en solitario en globo aerostático. Fue justo después de terminar esa hazaña cuando le surgió la idea del Solar Impulse.
La obsesión de Bertrand Piccard durante su vuelta al mundo en globo en 1999 fue quedarse sin combustible. Por eso, empezó a plantearse si sería posible diseñar un vehículo enteramente propulsado por energías renovables y que, por tanto, fuera autosuficiente y no dependiera de energías fósiles.
«Si podemos demostrar que un avión puede volar sólo con el sol, que nadie diga que no se puede usar la energía para los coches, la calefacción y aparatos cotidianos», dice Piccard, que es un apasionado defensor de las renovables.
El proyecto tomó forma en 2001, con la puesta en marcha de Solar Impulse, un proyecto aeronáutico que funciona como una fundación y que ya ha movilizado 70 millones de euros de diversos patrocinadores para la puesta en marcha de un avión solar futurista.
Medio centenar de ingenieros, informáticos y meteorólogos han trabajado en el lanzamiento del prototipo. Entre ellos está Enrique Guinaldo, un joven aeronáutico español que ha estado tres años participando en el diseño y construcción de la parte estructural del avión. Para él, Piccard es «un idealista y un visionario», que une grandes dosis de inteligencia, voluntad y pasión para llevar a cabo proyectos que parecen imposibles.
Bertrand Piccard (izda.) y el piloto Andre Borschberg.
A la 1.28 de la madrugada, 25-5-12 y tras atravesar el espacio aéreo español a 50 kilómetros hora, aterrizó en el aeropuerto de Madrid-Barajas el futurista avión diseñado por el suizo Bertrand Piccard, el Solar Impulse, el primero del mundo capaz de moverse exclusivamente con la energía del sol.
Su destino es la región sureña de Ouarzazate, donde va a empezar la construcción de la mayor planta termosolar del mundo, con una capacidad de 160 megavatios. El equipo de Solar Impulse ha sido invitado por la Agencia de la Energía Solar de Marruecos a participar en la ceremonia de inauguración de la primera de una serie de plantas solares que, en 2020, podrían llegar a tener 2.000 megavatios de potencia, equivalente a dos centrales atómicas.
Impulsado por sus 1.200 paneles fotovoltaicos de alta eficiencia, la Solar Impulse ya ha iniciado el viaje hacia el desierto. Operar el prototipo, explican los ingenieros, requiere grandes dosis de cálculo y previsión.
La velocidad de crucero es de 50 kilómetros ya que, debido a su tamaño y ligereza, el avión es muy sensible a vientos y turbulencias fuertes. Por eso, parte del equipo lo forman un grupo de meteorólogos, que van previendo las condiciones atmosféricas que el avión se va a encontrar y ajustan el recorrido. El vuelo de Suiza a España es un ensayo general de cara al gran reto previsto para 2014, que es dar la vuelta al mundo.
El prototipo que viaja hasta Madrid es el Solar Impulse HB SIA, de 25 metros de largo y 64 de ancho. El que dará la vuelta al mundo será el Solar Impulse HB SIB, ya en construcción y que será un poco más grande y reforzado para tal misión. En todo caso, la prueba que se realiza estos días y la llegada a Barajas son fundamentales, pues para dar la vuelta al mundo es necesario que el avión solar emplee aeropuertos comerciales. Estos días, el Solar Impulse debe demostrar que es capaz de aterrizar y despegar de aeródromos convencionales.
Dadas sus especiales condiciones de vuelo, los responsables de control aéreo han creado un pasillo para que atraviese España y llegue sin incidentes. El riesgo nunca falta. Como recuerda Enrique Guinaldo, que ha trabajado codo con codo con Piccard, «hace falta mucho valor» para subirse en un aparato así. El piloto, recuerda el diseñador, siempre lleva el paracaídas puesto.
Dos amantes de la ingeniería y la aventura
Bertrand Piccard. El ingeniero suizo, nacido en 1954, fue el primero en dar la vuelta al mundo en solitario en un globo aerostático en el año 1999. Continúa una saga familiar de científicos aventureros. Su abuelo fue el primero en llegar en globo hasta la estratosfera y su padre también fue pionero al descender al punto más profundo del océano.
André Borschberg. Con 40 años de experiencia de vuelo a sus espaldas, este suizo es el cofundador del proyecto Solar Impulse y el responsable junto a Piccard del diseño y los vuelos de prueba. Ha pilotado cazas a reacción y todo tipo de aviones. Además, es titulado en ingeniería mecánica y termodinámica por la Universidad de Lausana.
El avión solar ‘Solar Impulse’ despega de Barajas hacia Marruecos, su destino final
Varios técnicos preparan el ‘Solar Impulse’ en Barajas. Completará una travesía que comenzó el 24 de mayo en Suiza
El reto era volar más de 2.500 kilómetros sin ‘una gota de combustible’
Las alas del aparato albergan 12.000 células fotovoltaicas
El avión solar ‘Solar Impulse’, la primera nave que se alimenta exclusivamente de energía solar, ha despegado pasadas las cinco y media de esta mañana del aeropuerto de Barajas para completar la travesía que inició el pasado 24 de mayo en Suiza y que concluirá en Marruecos.
Con ello, sus pilotos, Bertrand Piccard y André Borschberg, lograrán su reto de volar más de 2.500 kilómetros sin “una gota de combustible”.
El ‘Solar Impulse’, pilotado por Borschberg, llegó a Barajas desde la localidad suiza de Payerne el pasado 24 de mayo y tenía previsto haber continuado el vuelo el lunes 28, pero su salida se retrasó debido al mal tiempo en Marruecos.
El avión solar, tras despegar de Madrid alcanzará una altitud de 3.600 metros para dirigirse hacia Sevilla, antes de cruzar el estrecho de Gibraltar a una altitud de 8.500 metros. Posteriormente, entrará en territorio marroquí y, tras sobrevolar Tanger aterrizará en Rabat alrededor de las 01.00 horas del miércoles.
Piccard será el encargado de pilotar el avión solar entre Madrid y Rabat y tendrá que llevar un traje especial contra el frío y una mascarilla de oxígeno, ya que la cabina de ese avión solar, que tiene la envergadura de un Airbus 340 y el peso de una furgoneta (unos 1.600 kilos) no está presurizada.
Piccard y Borschberg emprendieron esta aventura hace siete años y la primera prueba con el avión la hicieron en 2009, mientras que en 2010 el Solar Impulse hizo su primer vuelo real y logró estar en el aire 26 horas seguidas día y noche sin ningún tipo de carburante.
Las 12.000 células fotovoltaicas que cubren sus alas recogen la energía solar y la transfieren a las cuatro baterías de que consta el aparato, que permiten volar al avión hasta 5 horas.
El avión, fabricado con fibra de carbono, es el resultado del trabajo en equipo de 70 personas y 80 socios, y este viaje responde a una invitación de la Agencia de la Energía Solar de Marruecos, que planea la construcción de cinco parques solares hasta 2020 para generar una parte importante de su consumo de electricidad.
El avión ‘Solar Impulse’ culmina su primera travesía al aterrizar en Rabat

Los pilotos Bertrand Piccard y André Borschberg saludan en el aeropuerto de Rabat.
6-6-2012 11:30 horas
El avión solar ‘Solar Impulse’ que despegó de Madrid en la madrugada del martes, aterrizó, 19 horas después, en el aeropuerto de Rabat, en medio de un silencio roto solamente por los zumbidos de los helicópteros que lo acompañaban.
El avión, pilotado por Bertrand Piccard entró en el espacio aéreo marroquí a las 15.00 hora local y tomó todavía ocho horas y media hasta llegar a Rabat. La velocidad media en este vuelo Madrid-Rabat ha sido de poco más de 60 kilómetros por hora.
Poco antes del aterrizaje, el compañero de Piccard y cofundador del proyecto Solar Impulse, André Borchsberg, recordó que Piccard ha pasado en esta travesía casi “veinte horas solo, en una cabina muy estrecha en la que hace falta una gran concentración. Pero a él lo mueve la pasión”, dijo.
Nada más llegar a la pista del aeropuerto de Rabat, las varias decenas de personas que aguardaban su llegada prorrumpieron en aplausos
Fuente y Fotos.-http://ariadna.elmundo.es/buscador/archivo.html?q=avion%20solar&t=1&s=1